viernes, 7 de octubre de 2011

Somos dos depresivas y te amo.

Siempre fuimos iguales y abismales.
Y siempre te amé, realmente por eso.
Nuestros momentos de empatía...
despertarnos juntas después de dormir ovilladas y sentir tu olor a cigarrillo,
(tanto fumás)
ya no.
y ahora sólo hay olor a vos. y es el más rico olor.
ése. y tu olor johnson's baby, que me encanta.
Desde los primeros pasos, hasta los primeros besos,
vamos con nuestros caminos distantes, pero paralelos.
y me gusta.
te agradezco amarte, siempre.
También odiarte. porque cuando te odio, te estoy sintiendo a niveles siderales. es un zeppelin lleno amor, que siempre (y muy rápidamente), se transforma en perdón (en perdón no pedido, en perdón dado), en "sigamos así, que estamos bien", en abrazo y sublimación. Siempre sublimación, ¿por qué siempre lo hablamos, pero aún así da la sensación de que nos perdonamos sin pedirnos perdón, sin aclarar los tantos? ¿por qué, siempre, nos aguantamos el parche? ¿por qué, siempre que veo tu ojos tan maquillados de pecas y delineador, me veo a mí y te veo a vos, y nos hablamos, con sólo mirarnos? Me gusta mirarte, aunque a veces, no me guste ver la mirada que tenés de mí.
Desde los primeros pasos, hasta los últimos besos,
vamos por el mismo camino.
Porque, nací para amarte, y día a día, elijo hacerlo.

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