sábado, 8 de octubre de 2011

Chilla, chilla, chilla

Y es sábado a la noche.
y el humo me jugó una mala pasada. Me hizo creer que haría que todo se vaya. Y todo, simplemente está ahí, como antes, apelmazado en la puerta, con ganas de salir. y yo que no lo dejo.
pobrecitos.
los odio.
son grises y me hacen llorar.
me gritan adentro, y se escurren, por el humo que exhalás.
inspiro, y chillan.
exhalo, y corren, gritan. Vuelven.
Chillan porque quieren huir, adentro está todo roto.
Caminan y crujen. pobrecitos, los odio.
¿Cuándo se van?, nunca los dejo salir...
prueban un poquito del aire frío de la pseudolibertad,
hace frío este sábado. un poquito de frío.
está lindo para el tibio de otro cuerpo,
la tibieza de otro cigarro a su lado.
le chilla, le chilla, le chilla.
y otro, y otro, y otro.
cigarrillo.
y se ve linda, triste, con el cigarrillo en la mano.
es una dama de policial negro.
pero no vendrá Spade a buscarla. aunque,
puede que Hammett, sí. quizás vaya a buscarlo.
ay, chilla.
cruje, el humo.

Sábado dominguero

Mala combinación:
una mina con tendencia a la depresión
más,
una mina que nunca está cuando la necesitan.
Pésima combinación.
la primera, está harta de deprimirse con tánta facilidad,
la segunda, hoy no tiene la culpa. pero igual, nunca está.
Resultado:
un sábado, no espléndido, pero sábado al fin, con un tremendo gusto a domingo. y un domingo, que vendrá, con gusto a familia. eso está mejor. pero no compensa la falta de sábado, (ni la total ausencia de viernes).
es un gran finde para las lágrimas y los grises por la ventana.
sería bueno que fuese jueves, y volverlo a empezar. pero ya es sábado, y la ventana ya está gris, ahí, esperándola...
y corre, y corre, y corre: necesito alguien que me calme un poco y que limpie mi cabeza, y sigue faltando alguien que la quiera, y conozca las palabras que jamás va a decirle, sigue faltando quién la desvista, sigue faltando quien la dejó plantada.
y es un gran sábado. y nadie la emparcha. y es un gran sábado.

viernes, 7 de octubre de 2011

Somos dos depresivas y te amo.

Siempre fuimos iguales y abismales.
Y siempre te amé, realmente por eso.
Nuestros momentos de empatía...
despertarnos juntas después de dormir ovilladas y sentir tu olor a cigarrillo,
(tanto fumás)
ya no.
y ahora sólo hay olor a vos. y es el más rico olor.
ése. y tu olor johnson's baby, que me encanta.
Desde los primeros pasos, hasta los primeros besos,
vamos con nuestros caminos distantes, pero paralelos.
y me gusta.
te agradezco amarte, siempre.
También odiarte. porque cuando te odio, te estoy sintiendo a niveles siderales. es un zeppelin lleno amor, que siempre (y muy rápidamente), se transforma en perdón (en perdón no pedido, en perdón dado), en "sigamos así, que estamos bien", en abrazo y sublimación. Siempre sublimación, ¿por qué siempre lo hablamos, pero aún así da la sensación de que nos perdonamos sin pedirnos perdón, sin aclarar los tantos? ¿por qué, siempre, nos aguantamos el parche? ¿por qué, siempre que veo tu ojos tan maquillados de pecas y delineador, me veo a mí y te veo a vos, y nos hablamos, con sólo mirarnos? Me gusta mirarte, aunque a veces, no me guste ver la mirada que tenés de mí.
Desde los primeros pasos, hasta los últimos besos,
vamos por el mismo camino.
Porque, nací para amarte, y día a día, elijo hacerlo.