martes, 5 de abril de 2016

por qué será que le gustaba escuchar siempre siempre la misma canción

te había costado tanto dejarlo. te hacía tan mal. y pudiste, lo dejaste. y después de dejarlo te costó tanto dejar de hablarle, de verlo, de necesitarlo, de extrañarlo. y no, no pudiste. pudo él. y se lo agradeciste infinitamente, porque vos no ibas a poder nunca. 
y después de eso, hubo un lapso larguísimo. y no se hablaban, no se veían, no se necesitaban, no se extrañaban. y se lo agradecías.
y hoy, se murió. y no sabés qué hacer. no sabés qué llorar. no sabés qué extrañar.
no estás segura de hacia qué dolor van dedicados tus llantos
que, aunque no sepas porqué salen, no dejan de salir
y te limpiás los mocos  con un papel que había por ahí, porque no tenés ganas de salir.
y pensás
en que no lo querías más
en que no se hablaban más
en que no se pensaban más.
pero se murió
y vos lo querías tanto un montón,
tanto como todo lo que después lo odiaste
pero todo ese tanto un montón lo tenías ahí y no te habías dado cuenta
y pensás que por ahí es eso lo que llorás
ese tanto un montón de él que tenías, y que, pensás, ahora para vos es lo único que hay
lo único que habrá, también
porque se murió
y no se te murió a vos
pero un poquito sentís que sí