este año iba a ser mi año
pero me descubro perdida
descubro que ya no leo
que hace mucho no me sorprendo sonriendo a mitad del estudio
que no leo programas con entusiasmo
me encanta proyectar a futuro
pero descubro que es mi único goce
extraño agarrar una novela y no parar
extraño llorar con un poema
extraño cagarme de risa en el tren con un libro en la mano
o estallarme con un chiste cerradísimo y exclusivo de un pequeño grupo de estudio,
reírme en una clase de un chiste que no sería gracioso en otro contexto
y ser feliz con eso
me encanta estudiar
pero descubro que me da demasiada desidia hacerlo
extraño a la pibita de veinte años que leía poesía queer y se entusiasmaba y flasheaba ser teórica de género
pero lo que en verdad extraño de esa pibita es el entusiasmo, que no sé dónde mierda lo dejó, y moriría por reencontrarlo donde siempre lo encontraba. porque a esta pibita nueva, a la que dejó dos carreras, le está costando saber dónde buscarlo.