la muerte es curiosa, porque no llega a tu conciencia hasta que llega.
te dicen que tal murió y vos, automáticamente, pensás que no puede ser, y de ahí devienen los "pero si yo recién...". y sí, vos recién. pero se murió igual.
es viernes, y yo planeaba ver pelis con amigos, pero amaranta se vino a dormir a mi pieza. lo cual es raro, porque ya casi nunca lo hace. pero los bichos son más sensitivos que uno, y saben que vos necesitás que estén ahí antes de que vos lo sepás. y ahí viene mamá y me dice. y yo lo primero que digo. es "no, es mentira". porque uno cree que si lo niega no va a ser verdad. pero sí, se murió. y voy y la miro y no me doy cuenta por un buen rato. hasta que sí, y cuando sí, lloro lloro lloro lloro y me tengo que sentar en el canasto de las verduras porque lloro lloro lloro lloro, y mamá me escucha y viene conmigo me abraza y lloramos. "lo odio". y realmente lo odio. lo odio mucho.
y pensar, que hace un rato, mientras la acariciaba porque se sentía mal, vi que le estaba empezando a salir la nueva capa de pelo, por la primavera. y pensé, hay que cepillarla, cuando se sienta mejor la voy a cepillar. y no, ya no voy a poder. y tinkar siempre olía bien, y le brillaba el pelo al sol, así, como collie. y yo iba a cepillarla e iba a poner los pelos que le saque en una bolsa y ella iba a poner cara de reina porque los collies están hechos para ser cepillados, y ella lo sabía, entonces ponía cara de reina, y se relajaba toda mientras yo la cepillaba.